LA CONDESA DESCALZA

 

 

 

 

 

 

Argumento:

 

El guionista y director de cine Harry Daws asiste bajo la lluvia al entierro de María, una actriz a la que dirigió en tres películas, en ese pequeño cementerio de Italia, Harry rememora el momento en que la conoció, tres años antes, cuando bailaba en una sala de fiestas de Madrid.

 

Y así comienza... Durante el entierro, en el que los principales personajes que la conocieron nos van ilustrando a base de "flash-backs" las circunstancias de su vida. De esta forma, y tomando el punto de vista de los que estuvieron cerca, el realizador nos va ofreciendo unos episodios significativos de su vida personal y profesional. A través de los testimonios de Harry Dawes, el escritor que la conoció (Humphrey Bogart), el director (Edmond O’Brien) y su marido Marious Goring, así se va reconstruyendo la historia de Ava Gardner, quien desde unos orígenes humildes se convertirá en una estrella del cine. Sin embargo, pese a la deslumbrante éxito, Maria no acaba nunca de ser más feliz en plena cima de su fama que, cuando bailaba en una mísera taberna española, ya que pese a todo, nadie ha conseguido trascender a la estrella y llegan realmente a la persona. Nadie excepto Dawes, cuya relación será estrictamente paterno-filial. De esta forma Mankiewicz se aprovecha de la historia para hablarnos de diferentes cosas, como el precio de la fama, también de la hipocresía y superficialidad, no sólo de una profesión, sino que en esta ocasión la hace extensible a toda la sociedad en general donde lo que parece importar son las apariencias. El director mantiene el tiempo presente en el entierro, mientras los personajes nos ofrecen sus recuerdos, que pese a estar relacionados con el meteórico ascenso de una actriz, tienen un punto amargo. Con esto, nos recuerda continuamente la presencia de la muerte. Al mismo tiempo todas las secuencias finales de los "flash-backs", dejan una sensación agridulce, sensación que a medida que avanza el film se acaba convirtiendo en pesimismo. De esta forma, vamos reconstruyendo un retrato en clave trágica de una mujer, cuya fama y estrellato no le sirvieron para alcanzar la felicidad. En realidad, el verdadero protagonista del film es el personaje de Harry Dawes. De hecho es un observador, un narrador y aunque su postura es pasiva, su mirada es aguda y sus comentarios, llenos de cinismo e incluso de pesimismo, dejan bien claro lo que piensa sobre el mundo que le rodea, y el que nos proporcionará las claves de la historia, es sin duda el narrador más subjetivo de todos los que emplea, sobre la oscura y pesimista visión del mundo que ofrece Mankiewicz.

 

 

Son muchas las películas en las que se refleja el mundo interior del cine y en ese sentido esta es una de las mejores, en ella veremos un retrato despiadado de ese mundo, en el que aparecen los sinsabores, los engaños, y las manipulaciones de toda la maquinaria del cine, de sus productores egoístas, calculadores y con romances efímeros. Mankiewicz autor también del argumento y guión, nos habla además de los anhelos y decepciones de una gran estrella y de los manejos, muchas veces sucios, que se producen a su alrededor. El director expresa en su película su propio desencanto adquirido durante su amplia y variada experiencia en Hollywood. El personaje de Harry puede considerarse un retrato del propio director que en una entrevista comentó.

- “Yo hablo a través de él. Todo lo que dice son cosas que yo he dicho alguna vez”-.

Su estreno en EE.UU pasó desapercibido y el film fue tachado de confuso, sin embargo en Francia y España fue muy bien considerado. La historia se cuenta a través de siete “flashbacks”, entre los cuales la propia María recuerda su frustrada noche de bodas, una secuencia realmente impactante, esta fragmentación muy fluida, sirve para que veamos un personaje al que todo el mundo quiere comprender, sin que nadie llegue a adivinar cuál es la razón que impulsa a María a conducir su vida a un trágico destino. Todo se completa con unos ingeniosos diálogos, una bella y melódica banda sonora de Mario Nascimbene y una magnifica fotografía del especialista Jack Cardiff. Ava Gardner es la estrella indiscutible de la película, en plenitud de su legendaria belleza con la que nos deslumbra y para mí por si sola justifica la existencia de esta película, de ella Mankiewicz dijo:

- “No la ayudé demasiado y no me di cuenta de lo nerviosa y sensible que era, además está acompañada de un conjunto de actores de lujo como Humphrey Bogart...Era un hombre imprevisible, grosero y maleducado”,-

Edmond O`Brien que realizó una genial interpretación por la que ganó el Oscar secundario, Rossano Brazzi, Valentina Contessa, Marius Goring y el italiano Franco Interlenghi, todos rayan a gran altura, pues Mankiewicz fué un gran director de actores. La relación entre Humphrey Bogart y Ava Gardner era de odio mutuo. En el guión original el personaje del conde italiano Vincenzo tenía que ser homosexual, pero la censura, maldita censura, lo impidió y apareció como un hombre con impotencia sexual.

 

Ava Gardner nació en California, fue conocida como “el animal más bello del mundo” y entró en el cine por casualidad cuando su cuñado le hizo una fotografía que dejó expuesta en el escaparate de su estudio, fue vista por un cazatalentos que quedó prendado de su belleza, la llevó a Hollywood y le hicieron un contrato. Tal vez su excepcional belleza hizo olvidar su categoría de actriz que demostró sobradamente en “Mogambo”, de John Ford por la que estuvo nominada al Oscar y entre otras por “Las nieves del Kilimanjaro”, “Forajidos”, El gran pecador”, “La hora final”, “La noche de la iguana” o “Pandora y el holandés errante”. Tuvo una vida amorosa tumultuosa y estuvo casada con Mickey Rooney, con el clarinetista Artie Shaw y con el famoso Frank Sinatra, que fue el amor de su vida, aunque fueron famosas las peleas y reconciliaciones entre ambos. Cuando rodaba en Tossa de Mar “Pandora” se enamoró de España y se fue a vivir a Madrid, donde estuvo desde 1955 hasta 1968 y tuvo sonados romances con los toreros Mario Cabré y Luís Miguel Dominguín, finalmente tuvo problemas con el alcohol y murió en Londres en malas condiciones en 1990.

Humphrey Bogart nació en 1899 en Nueva York y el triunfo en el cine no le llegó hasta los 40 años de edad. Ganó el Oscar de mejor actor en 1951 por “La reina de África” y estuvo nominado en 1942 por “Casablanca” y en 1954 por “El motín del Caine”. Formó una famosa pareja cinematográfica y en la vida real con la bellísima actriz Lauren Bacall y a él se debe la famosa frase: “Actuar es como el sexo o lo practicas y no hablas de ello o hablas de ello y no lo practicas”. Sus problemas con el alcohol le hicieron protagonizar en Hollywood varios escándalos y murió joven a los 58 años de edad víctima de un cáncer.

 Edmund O`Brien trabajó como empleado de banca, en 1937 se unió al Mercury Theatre de Orson Welles, actuando en radio y teatro y fue un gran actor que se dio a conocer en el cine con “El jorobado de Notre Dame”, de William Dieterlee y “Forajidos”, de Robert Siodmak”, se especializó en el género negro actuando en “Escuadrón de combate” y “Al rojo vivo”, ambas de Raoul Walsh, “Burlando la ley”, de Howard W. Koch, “Alló le habla el asesino”, de Hubert Cornfield, “El mayor espectáculo del mundo”, de Cecil B. De Mille, “Julio Cesar”, de Mankiewicz, “Rio Conchos”, de Gordon Douglas y “Grupo salvaje”, de Sam Peckinpah y además de ganar el Oscar por “La condesa descalza” estuvo nominado por “7 días de Mayo”, de John Frankenheimer.

Mary Aldon nació en Lituania, fue una actriz de cine de corta carrera, debutó sin acreditar en la gran película del género negro “La huella de un recuerdo”, de John Brahm, estuvo casada con el director Tay Garnett y su papel más conocido fue el de compañera de Gary Cooper en “Tambores lejanos”, un buen western de Raoul Walsh.

Jack Cardiff fue un director de fotografía y de cine inglés que destacó por el manejo del color, ganó el Oscar de mejor fotografía por “Narciso negro” y estuvo nominado por “Guerra y paz” y “Fanny”, dirigió “Hijos y amantes” que tuvo siete nominaciones al Oscar entre ellas la de mejor director, ganando la de mejor fotografía y el año 2001 se le concedió el Oscar de Honor.

Joseph L. Mankiewicz era de familia polaca y a los 20 años abandonó la Universidad para irse a Berlín y trabajar allí como corresponsal del Chicago Tribune, comenzó como guionista de gran prestigio y más tarde fue también un director muy admirado. Ganó el Oscar como director y guionista por “Carta a tres esposas” y por “Eva al desnudo”, nominado como guionista y director por “Operación Ciceron”, como guionista por ”Skippi”, “No hay salida” y “La condesa descalza” y como director por “Historias de Filadelfia” y por “La huella”. Tuvo varios romances, el más famoso con la bella actriz Linda Darnell a la que dirigió en “Un rayo de luz”, dirigió también la obra maestra “Julio Cesar” y la mítica y extraordinaria “Cleopatra”, cuyo rodaje le trajo innumerables problemas de salud..

 

 

Una gran película de Joseph L. Mankiewicz, cineasta, productor y guionista norteamericano de origen askenazí creador de obras tan preciadas como "El fantasma y la señora Muir", la carismática y poderosa "Eva al desnudo", "La Huella". y Cleopatra. Por su estructura narrativa, La condesa descalza es clara deudora de obras como el "Ciudadano Kane" de Welles ó el "Rashomon" de Kurosawa, y sin duda alguna Mankiewicz pensó en la diva Ava Gardner para darle su alternativa en lo que posteriormente pasó a ser de forma definitiva su mejor actuación de calle, y la ocasión donde lució más bella y sugerente si exceptuamos su apoteósica aparición, 14 años más tarde con "La noche de la iguana" de Huston. El film es una historia de cenicienta, con una protagonista en estado de gracia a la cual perdonamos su forzado baile flamenco, e incluso el hecho de escucharle ese español tan poco creíble y que sin embargo ella se esmeró en pronunciarlo bien, aprendiéndose a oídas unas cuantas frases, tal vez enseñadas y perfeccionadas según cuentan las crónicas del momento por maestros españoles de los ruedos e incluso de nuestra escena cinematográfica. La breve historia a modo de crónica de una muerte anunciada, de una persona que falta de cariño, se dejó llevar desde los humildes tablaos flamencos de la capital española donde triunfaba como bailarina, por los cantos de sirena de la poderosa industria cinematográfica americana, casi engullida por los caimanes de los emergentes productores, advenedizos y caprichosos ricos de las finanzas como mecenas productores del asunto, y finalmente sucumbida por otro tipo de cantos de sirena; los de la aristocracia europea...así y de la mano de un conde impotente, manipulado por la censura, que la usa como gloria de su fracasada estirpe...

 

Y es que la vida, al contrario de los guiones, carece de lógica...

Sentirse protegido en el fango... no es lo mismo que ir con los pies descalzos...

 

 

La película es un drama con elementos de misterio, romance y crimen. El realizador propone una reflexión sobre las relaciones entre el cine y la vida real. Mientras el guión debe ser coherente y verosímil, la vida presenta alguna incoherencia. El espectador debe permitir al guión las licencias que se dan en la vida. El relato presenta, además, una visión ácida, cáustica y crítica, del mundo del cine de Hollywood. Denuncia el despotismo de los tiburones puestos a productores por vanidad y ansias. Critica el culto de las apariencias que se da en un ambiente ambiguo, saturado de hipocresía y falsedad. Envidia, celos, rencores y riñas... minan la atmósfera de una sociedad que vive inmersa en la mediocridad y vulgaridad. En tercer lugar, explora la inadaptación de María al mundo de Hollywood, alejado de su idiosincrasia y sentimientos. No acepta servidumbres contrarias a su integridad moral y personal, pese a las consecuencias de ello sobre su carrera. Recuerda la fragilidad de la fama y lo que se oculta tras ella. Compara el mundo de Hollywood con la decadencia de la aristocracia italiana y la ociosidad de la Costa Azul francesa. Mankiewicz plantea un análisis similar al que sobre el teatro realizara en "Eva al desnudo", son explícitas, y marcan las diferencias entre ambos films. La música incluye temas de aires españoles, italianos y otros que subrayan el dramatismo de la acción. Son destacables los temas "Harry Meets Maria", "A Guitar For Maria", "Nocturno Bolero" y "Death Of Maria". La fotografía construye un relato visual sugestivo, que se apoya en ambientación, decorados y vestuario, exuberantes, acordes con los ideales estéticos del momento. El guión elabora diálogos excelentes y define bien a los personajes. La estructura de la narración, dividida en "flashbacks" correspondientes a los recueros y puntos de vista de cuatro personajes, recuerda a "Ciudadano Kane". Novedosa e interesante es la presentación del incidente entre Vincenzo y Bravano desde dos puntos de vista. Al finalizar, la acción da un giro inesperado fundamentado, que determina el final.

 

En definitiva una película digna de ver. Y destacar que fue la primera vez que Mankiewicz utilizó el color.

 

 

 

 

Versión pesimista del cuento de la cenicienta, que al fin y tras eludir varios sapos, encuentra a su príncipe azul, para el que parecía predestinada, pero... Se dice que Mankiewicz se basó en Rita Hayworth al escribir el guión y que le ofreció el personaje, pero la actriz tenia firmados varios contratos y le fué imposible, no obstante a Rita le entusiasmaba el papel de Maria.. Hay un par de escenas cortadas por la censura franquista que se han quedado sin doblaje en español. En la segunda María cuenta a Harry sus planes para buscar un arreglo que podría salvar su matrimonio con el conde, y otorgarles una situación de imperfecta felicidad. Como por ejemplo un adulterio, ante la impotencia de su esposo....la censura ya había transformado la homosexualidad en impotencia....y la tijera fue insaciable. Andar descalzo puede simbolizar el deseo de vivir ligero de equipaje o echar raíces sobre la tierra con el propio ser y con el alma desnuda. Andar descalzo puede significar también la transparencia, el compromiso con la autenticidad y con la original naturaleza humana. Y María Vargas sabe de todo esto. Lo lleva en la sangre aunque se crió en un pueblo español lleno de carencias y en un hogar donde sólo su padre y su hermano le daban afecto, porque su madrastra le hizo difícil la existencia. María baila en un club nocturno, pero conoce al dedillo los límites y no cede a propuesta alguna donde su integridad pueda comprometerse lo más mínimo. Sumado su gran carácter y su esplendorosa belleza, ella resulta la clase de mujer de la que se enamoraría cualquier hombre. Mankiewicz define su carácter con rasgos muy precisos y con el más pleno conocimiento de lo que es la mujer ideal. Creo que, nadie, pero en especial la juventud de ahora, debería perderse la oportunidad de conocer este magnífico ejemplar de mujer.

Después, se la relaciona con varios hombres que definirán su destino. El primero, un director de cine, Harry Dawes quien se convertirá en su mejor amigo, en su camino hacia el estrellato. Kirk Edwards, el arrogante productor que servirá de base para una acerba crítica contra el mundo hollywoodense y el cual hará de Dawes un pequeño Fausto ante su afán de triunfo... Y entre otros, Vincenzo, Conde de Torlato-Favrini quien le hará condesa y la llevará hasta la definición de su destino. Cabe mencionar el humilde guitarrista medio fantasmal que, mientras María es asediada en vano por “poderosos” hombres, es el único que disfruta de los favores afectivos y económicos de su amiga. Con una brillante y eficaz narración por parte de aquellos que determinaron el rumbo de María, este filme es una apreciación muy íntima de lo vivido en el mundo del cine por su director Joseph L. Mankiewicz, y como es habitual en los guiones escritos por él, la historia se enriquece con enorme fluidez en los diálogos, donde aplica todo su bagaje psicológico y su rico conocimiento de las relaciones interpersonales.

 

Creo que Ava se sentía muy identificada con su María Vargas, esa mujer deseada hasta la extenuación y pese a todo, nunca amada de verdad. O puede que nunca creyera que podía ser amada. A veces estos problemas sentimentales, tristeza, fracasos personales, llamémosla como queramos, tienen su raíz en nosotros mismos: en nuestra propia inseguridad. María Vargas, aunque parezca una reina, no confía en sí misma; ese miedo que la persigue no es más que la falta de seguridad en su propio ser, en su propia alma. Seguro que al mirarse a un espejo ve a una mujer hermosa pero nada más, y si ella no empieza a quererse a sí misma, nadie la querrá. El personaje de María logra construir a su alrededor algo casi mítico, algo simpático que te hace querer saber qué ha sido de ella y cómo. El mundo del cine que se retrata es solo una pequeña, y a mi parecer insignificante, parte de la historia: el cine no le quita nada a esta mujer ni contribuye a sus problemas. Es solo el marco y el medio para llegar al verdadero núcleo: el amor y sus consecuencias. En numerosas ocasiones se ha considerado a La condesa descalza una "obra menor" dentro de la filmografía de Mankiewicz. Quizá por poseer ciertos esteriotipos que disminuyen el realismo del relato, por culpa de la censura. Pero todo esto es mi opinión, ya que en vez de restarle interés hace que potencie la historia, no podemos olvidar que es cine dentro del cine, y todo el cine es tramoya y cierta treatalidad, dramatismo, acentuado por la narración contada por un Humphrey Bogart lleno de humanidad y comprensión. Ava Gardner, está en su mejor momento tanto físico como artístico, la fotografía de Cardiff hace que esté radiante y siempre será recordada como una de sus mejores interpretaciones. El guión de Mankiewicz está lleno de cinismo con concesiones autobiográficas destacando la mezquindad de los nuevos productores cinematográficos sin sensibilidad por el arte. En definitiva... un espectáculo visual, bien escrito, dirigido y un espejo de las miserias de Hollywood, capaz de crear al animal más bello del mundo, para luego destruirlo.

 

 

Siendo actualmente una película de culto hay que reconocer que tiene, para mí, un defecto, y es que una gran parte de las escenas son narradas por la voz del personaje que piensa y se oyen sus pensamientos. El cine se caracteriza como arte en saber expresar las cosas con imágenes y no con palabras. A pesar de ello hay muchísimas escenas en las que Ava Gardner no tiene que decir nada, la voz en off de quien cuenta la historia en ese momento lo dice todo y ella sólo tiene que poner el rostro adecuado para cada momento, lo cual también es una forma de actuar y difícil pues no te puedes apoyar en las palabras. Pero eso Ava Gardner lo sabía hacer muy bien. Otra cosa curiosa debida al doblaje pero que no es tan grave como el cambiar el contexto real, es que en el primer tercio la cantante María Vargas, habla en castellano con su madre y su hermano, lo mismo que éstos, pero es un castellano aprendido de memoria por parte de Ava Gardner que se nota que está pronunciado por una persona que es norteamericana. Lo mismo que su hermano que se supone madrileño y sólo habla en castellano, pero con su hermana en inglés. También María habla de la Guerra Civil y de cómo iba descalza entre el barro mientras caían las bombas....en la versión doblada no lo dice. La belleza de Ava Gardner es mostrada de tres maneras diferentes en los tres tercios diferenciados de la película. Con el cabello largo cuando es la gitana María Vargas, con el pelo recogido cuando es la famosa actriz de Hollywood Maria D'Amata y con otro peinado también con el cabello corto cuando es la Condesa de Torlato-Favrini. Otra escena que es en al paso a la tercera parte, la primera vez que el Conde Vincenzo Torlato-Favrini la encuentra de casualidad en el campo, en un grupo de gitanos y ella está bailando con un gitano y la música de fondo pienso que no es la adecuada para mostrar un ambiente de gitanos viendo bailar a uno de ellos con Ava Gardner. Ella está muy sensual a pesar de todo, aunque pienso yo que la música de fondo es inapropiada

 

La fotografía en color es alusiva a cada lugar visitado y está cuidada hasta el más mínimo detalle para transportarte, logrando una labor espléndida y vistosa que de forma confortante culmina un soberbio trabajo sobre todo en el juego de luces. La música es autóctona de cada lugar, con sonidos flamencos e italianos que evocan en cada momento con melodías sensuales y variadas según es requerido en la acción. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica brillante y personal mediante el uso de los plano-contraplanos, generales, primeros planos, circulares, cámara en mano, avanti, retroceso, seguimiento y reconocimiento que exprimen lo mejor de las interpretaciones. Las actuaciones son deslumbrantes y admirables. Humphrey Bogart está fulgente en un papel con personalidad propia con un toque de corazón lejos de su arquetipo cínico habitual y Ava Gardner está sincera e íntegra en uno de sus mejores papeles, siendo contundentes e incluso remarcables los acompañamientos de Edmond O´Brien, Marius Goring y Valentina Cortese. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes que marcan la alta clase social de los protagonistas en una estupenda labor que junto con los decorados te transportan eficazmente a cada lugar visitado. El guión, muestra desde su punto de vista la falsedad del cine y su desahogo y desacuerdo hacia los productores que a base de dinero quieren manejar los hilos como a marionetas, logrando crear una atmósfera de rebeldía hacia esto que se va cociendo poco a poco y va dejando gran sensación tras su visionado, finalizando un film soberbio que es de visión obligada para los amantes del género y seguidores del director. Esto se lleva a cabo con una narrativa impecable acompaña todo el film en los momentos oportunos para explicar al espectador lo acontecido. Cabe destacar también, el montaje que enlaza el principio con el final en un magnífico trabajo que saca lo mejor del film.

Para finalizar, la considero una bella e inmortal obra de visión obligada en la filmografía del director que cautivará a cualquier cinéfilo clásico buscador de cine del bueno, de ese que perdura por varios motivos en la memoria de aquellos que se aventuren a descubrirla.

 

 

 

 

 Recomendable por su dirección, guión, fotografía, música,  planos,  vestuarios y narrativa que convierten a La condesa descalza, en una pieza espléndida para satisfacer a todos.

 

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