GIGANTE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estamos ante una obra maestra de la historia del cine, un portento de película que destaca en todas sus facetas; la soberbia dirección de George Stevens, la banda sonora, la solidez y redondez del guión, la historia, los decorados perfectos y las impresionantes interpretaciones de los actores, de todos ellos, entre los que por supuesto destaca una esplendida Liz Taylor, un mítico e inolvidable James Dean, y el apuesto Hudson. Todo esto hace que esta película sea algo realmente gigante. Cuando un film de tres horas pasa como si solamente hubieran transcurrido cuarenta minutos, eso quiere decir que se está delante de algo especial.... esto solo pasa en las obras maestras, y esta película lo demuestra con creces. Esta película cuyo tema es la vida, la vida entonos, la vida en todos los aspectos y amplitud; el amor, los proyectos, la familia, los hijos, la amistad, las frustraciones, los éxitos, el trabajo, los cambios generacionales, las ilusiones, la competitividad, la muerte, los cambios, la discriminación, la vejez, las injusticias, la esperanza... ¡la vida! Todos los factores de la vida, son los grandes argumentos de esta película. Se habla también del tiempo que hace que la vida y los acontecimientos pasen sin que nosotros apenas nos demos cuenta, de esa vida que va configurando como personas, que nos hace crecer, que nos hace disfrutar de cómo éramos y de cómo seremos. Interesantes reflexiones las que plantea. En definitiva, esta película entraría en esa lista de las diez mejores obras maestras que hay que ver antes de marcharse de este mundo. Está llena de momentos verdaderamente conmovedores. Por citar algunos: la cafetería, con su nuera indígena. Toda esa escena en la que, cuando entran otros indígenas, Hudson comprende que su futuro nieto también va a ser como ellos, y se decide a defenderlos del camarero racista. Esa pelea con el dueño de la cafeterías tan real, mientras suena una marcha tejana. Es una escena que expresa como se derrumban los prejuicios, como empieza a apreciar lo que forma parte de la familia, es una escena en la que empieza a ser feliz... Luego esta la boda de la hermana de Taylor, es el momento en que su matrimonio pasa una “crisis”, y en plena boda, se da la vuelta y ve a Hudson, su marido...sin palabras, solo la mirada... Es ahí cuando se dan cuenta que siguen enamorados como el primer día:

 “Yo sigo siendo la misma” “Sí, y es así como te quiero”.

 

Esta gran superproducción, es muy digna de admiración por muchos aspectos.

 

 

 

La trama gira en torno a Jordan Benedict II, que posee un gran rancho de ganado en Texas. Es un hombre orgulloso, obstinado y de ideas anticuadas, que se ha criado interiorizando fuertes prejuicios: que las personas valen más cuanto más rango tengan.... Está empeñado en planificar su vida y la de los que le rodean según su esquema ideal de unidad familiar en la que su esposa debe ser el ejemplo perfecto de mujer sumisa, los hijos varones están destinados a dirigir el rancho y las hijas han de casarse con buenos partidos. Pero las cosas no van a salir como él ha planeado. La vida le irá dando grandes lecciones de humildad, mientras él no tendrá más remedio que ir aceptando los cambios y las decisiones que sus hijos irán tomando por sí mismos. James Dean introduce el elemento del hombre envidioso, que anhela todo lo que el patrón tiene: una esposa bella e inteligente, un gran rancho, prestigio social... Cuando hereda un trozo de tierra y descubre petróleo, este pequeño granjero se transforma en un hombre inmensamente rico que creerá poder obtener lo que desea gracias a lo recientemente adquirido. Mientras vemos los avatares de dos generaciones de Benedict y comienza a existir la tercera generación, la trama nos va conduciendo por la evolución de los personajes y analiza en profundidad asuntos como el ciego orgullo por el renombre de un apellido ilustre, los prejuicios contra otras razas, el precio que hay que pagar por aceptar el progreso y el cambio, el vacío de la soledad, que no puede paliar ni siquiera un montón de dinero..Hermosa película de gran calidad en todos los apartados: actuaciones, fotografía, banda sonora... Además la película posee una gran belleza visual.

Tras ver "Gigante", no me queda otra alternativa que admirar al mito de James Dean y como realizaba un papel de inconmensurable talento, dando una excelente réplica tanto a Elizabeth Taylor como a Rock Hudson. Yo siempre he pensado que esto de los mitos se resumía a la etiqueta que algún infame crítico atribuyó a un actor, como han hecho y seguirán haciendo, sin embargo y tras ver su tercera interpretación, tengo que apuntar que James Dean, se ganó la etiqueta por algo más además que por fallecer en un desgraciado accidente, días después de terminar el rodaje. Y me alegra que por una vez no encumbrasen algo que no tenia sentido. James Dean fué, es y será un tremendo animal de pantalla.

 

 

 

En cuanto al film en sí, creo que se podría resumir en una virtud excelente que le da carácter y absorbe al espectador del primer al último minuto: Te atrapa, pues George Stevens encauza su historia otorgando en todo momento el ritmo adecuado y engrosando o reduciendo los minutos dedicados a cada secuencia con pulso magnífico. Se podría decir así que, la labor de Stevens ante una historia que pudiera haber resultado mediocre, resulta fantástica, por saber ofrecer además de eso, una ambientación de lujo y unas características en cada instante a la cinta que le vienen de auténtica fábula. Durante sus más de tres horas de duración, tenemos la ocasión de ver el desmembramiento por momentos de una familia o como la codicia y el poder corrompen al más sencillo, entre muchas otras cosas. Y todo, arrancando desde esa pequeña parcela que hereda Dean y en la cual deposita todo su sentir, haciendo de ella un claro ejemplo del triunfo de la voluntad sobre todo lo demás, del esfuerzo y la dedicación que siempre terminan por dar frutos y otorgar un camino hacía una mayor satisfacción. Pero como ya apunté, es que todo conlleva a los peores caminos, como los de la soberbia y la codicia, y así cualquiera puede terminar sus días como un lobo solitario. También me fascina la forma de tratar los tabúes que poseía aquella sociedad observados desde el punto de vista de Stevens, que le da la vía adecuada e, incluso, se antepone a algunos de ellos mediante el protagonismo de Hudson en la historia y muchas de sus reacciones, aunque él también tiene defectos similares, porque cualquiera, por carencias que posea, puede anteponerse a otras de la misma índole y demostrar que no sólo están el blanco y el negro.

 

Tras el considerable éxito que supuso para la industria "Lo que el viento se llevó" tanto en crítica y público, los grandes estudios se centraron en hacer películas "río" que simplemente trataban del paso del tiempo en una familia, y en las adversidades de la vida. Durante toda su época clásica, Hollywood produjo productos de lujo como Gigante. Es de esas películas que las ves de joven y te gustan por los personajes y porque, a pesar del largo metraje, no paran de suceder cosas. De mayor, sigues admirando sus interpretaciones y la perfecta dirección de George Stevens. El reparto es colosal. El trío protagonista forma un triángulo equilátero perfecto, donde todo resulta natural y expresivo. El guión pincela unos personajes con una psicología que va evolucionando al paso de los años, y que enamora. Los paisajes agrios de Texas se contraponen con la belleza de la fotografía, que plasma imágenes de una belleza inexpresable por palabras y que son de aplauso obligado, asi como el exquisito gusto por los decorados y por las localizaciones. Las secuencias se llevan con gusto y realmente no me extraña como ha podido conseguir una nota tan alta en la historia del cine....las situaciones no paran de sucederse, todas interesantes y están perladas por diálogos muy buenos. El Oscar para Stevens fue merecido. Lleva el ritmo del film con soltura impidiendo el aburrimiento y permitiendo regodearse de las calidades técnicas y artísticas de la misma. La envidia es la característica que rige el personaje que interpreta James Dean. El inconforme muchacho con lo que rige su vida es un ejemplo del resentimiento anidado en su alma que explota y sale como el mismo petróleo que extrae de la entrañas de la tierra. Es esta película hay un calidoscopio de colores crepusculares entre tres mitos del cine, personajes que estallaba constantemente como las olas del mar en cualquier acantilado.

 

 

 

A partir de un guión bien construido con orden y claridad, el film desarrolla una narración fluida, vigorosa y absorbente. La historia dramática analiza las incidencias de la vida de un matrimonio que comparte alegrías, diferencias de criterio, conflictos, acuerdos, cariño e hijos que crean situaciones en las que marcan diferencias con los padres en el marco de un universo animado por el respeto y el afecto. Las situaciones que se estudian se presentan sacadas directamente de la vida corriente. El tono del relato se mantiene siempre dentro de unas coordenadas de realismo y objetividad que le confieren interés, verosimilitud y atractivo. Uno de los temas que generan conflictos en la familia y en sus relaciones es la vigencia en ella y en su entrono de prejuicios raciales, clasistas y machistas, que el film denuncia sin estridencias, mostrando su falta de fundamento y su carácter injusto. La caracterización de Hudson y E.Taylor en la parte final como personas ya envejecidas... de cabellos blancos, sorprende y la descripción de las secuelas que deja en las personas, resulta creíble y convincente. El film adopta un estilo equilibrado y sobrio y no se explica mediante la descalificación, sino mediante la referencia a cambios que se derivan de tiempos en los que se dispone de más información y mejor formación. Presenta una reflexión sosegada y libre de prejuicios sobre la familia, sus funciones y la evolución de la misma. Desde el punto de vista dramático, tiene toda la atención en un análisis de venganza, alimentada por el resentimiento y los celos. No menos interesante es el análisis del amor conyugal, sus altibajos y su evolución temporal.

 

La banda sonora, de Dimitri Tiomkin, acompaña las imágenes y la acción con descripciones sonoras conmovedoras, que en numerosas ocasiones pueden pasar desapercibidas por su moderación y su elevada adecuación al contexto del que forman parte. Es sumamente emotivo el tema “Giant”, coral, que sirve de fondo a la presentación de los escenarios. No es menos interesante el tema dedicado a Jett Rink, que se repite cuando la cámara se acerca a “Little Reata” o permanece en ella. Son hermosos los temas dedicados a la manada de caballos y el tema del amor. Como música añadida ofrece dos cortes del himno de Texas y fragmentos de la canción “Oh, My Darling Clementine”. La fotografía, de William C. Mellor, nos deleita ofreciendo encuadres de paisajes inmensos, anchos y profundos, austeros y sumamente bellos, ocupados por reses, manadas de caballos o torres de petróleo. Ofrece tomas rápidas de animales que pueblan estos espacios, como coyotes y serpientes. Los cuadros paisajísticos le valen un elogio explícito de Terrence Malick. Reitera contraluces de fuerte contraste y tomas en las que los actores aparecen de espaldas. No escatima para ilustrar la intensidad de la luz y del calor de la tierra. Con frecuencia enlaza imágenes relacionadas que adelantan el presente en semanas o meses... Un deleite para los sentidos y así habremos triunfado en el juego de la vida cuando volvamos a ser Uno, entre nosotros mismos. Humanidad significa género humano y podría derivarse de huma: corazón, y unidad, es decir, corazones unidos. Esa unión se produce mediante el amor que resuma respeto, sensibilidad, afabilidad, benignidad…como es el caso de esta obra mítica...Todo lo que hagamos en este sentido, por pequeño que sea, hará que el viento sople y nos empuje cordialmente… Por esta razón, el arte está llamado a jugar el más digno de los papeles. Y cuando se hacen películas como “Matar a un Ruiseñor” y “Qué Bello es Vivir”… o este film: “GIGANTE”, nuestra alma se regocija, porque la luz llega para mostrarnos que no estamos solos y que aquí, y allí, y más allá, se cuecen cenas de unión y solidaridad, y se siembran semillas de paz que pronto darán su cosecha....Son metáforas del amor, respeto y paz.

 

 

Jordan Benedict  pertenece a una generación que se hizo dueña, por centavos, de unas tierras que, poco antes, le fueron arrebatadas con sangre a los mexicanos. Él hereda entonces la altivez y el orgullo de una raza blanca que se opone a toda “contaminación” con las que ellos ven como razas inferiores. Pero, a los ríos que parecen correr en una sola dirección, de pronto se les aparece un escollo que los hace llevar sus aguas hacia un nuevo paisaje. Y así, al principio de la película, cuando busca comprar un caballo azabache semental, Benedict conoce a Leslie, una preciosa joven que, al recordarle el origen de los 695.000 acres que él posee, ella deja sentado que le gustan las aguas claras y que no está dispuesta a valer por unos ojos bonitos. Benedict reconoce su talante y, muy pronto, se la lleva para su rancho “Reata”, tras haberla convertido en su esposa. Leslie ocupa su lugar, y comienza a descubrir la discriminación y la indiferencia con que se trata a los mexicanos, a quienes llaman los “espadas mojadas” un término despectivo que alude al sudor de sus cuerpos por las difíciles labores que realizan y por la forma ilegal, de largas y cansadas travesías, como cruzan las fronteras hacia los EEUU con la esperanza de una mejor vida. Con transparencia, y una gran entereza, Leslie va gestando una nueva visión de la vida que transmite  y el sentido de humanidad va tomando lugar en aquella, hasta entonces, desértica tierra. Con una reluciente fotografía, una imponente ambientación, y unos personajes creíbles, profundos y llenos de esperanza, esta película se hace merecedora de mi mayor reconocimiento porque sembró una semilla que, junto a tantas otras, hoy hizo posible que un hombre de color alcanzara la presidencia de la nación más grande y la más obtusa de todo el planeta.

 

La película cuenta con un formato extraordinario, perfecto para gozar del buen cine, en cuanto a los premios recibidos, es injusto y flagrante la casi nula repercusión que tuvo, de diez nominaciones que acumuló sólo fue recompensada con un premio: mejor dirección....pero sobre todo teniendo en cuenta el estupendo trabajo de sus intérpretes habría que sumar su buen acabado técnico. Puede que Gigante no sea una obra maestra total, pero sí un gran trabajo y una historia emotiva y llena de valores. Si hay algo que no me gusta del argumento son dos cosas: nunca se llega a materializar un triángulo amoroso entre los personajes principales, aunque en algún momento llegue a insinuarse y que guste tocar temas sociales, como las diferencias entre razas y clases. Para el recuerdo quedan escenas memorables como aquella en la que Jett acaba bañado en petróleo, la muerte de Luz o su conmovedor final, con Jordan y Leslie cuidando de sus nietos. Es una descripción histórica de más de 50 años, de la sociedad estadounidense desde el surgimiento del petróleo, y cómo transformó a muchas familias en nuevos ricos. La película toca aspectos de discriminación hacia los inmigrantes hispanos, que en esa época estaban en un punto extremadamente álgidos, sobre todo, en la mayoría de los territorios sureños. Si una película define de alguna manera a Texas, el estado de "la estrella solitaria" en EE.UU., esa película es sin duda Gigante. Una película tan grande como su título. La carrera de Liz estaba siendo menospreciada por la Metro, ya que solo la incluían en producciones históricas donde no había mucha oportunidad de mostrase. Solicitada por George Stevens que la había dirigido en Un lugar en el sol, Liz fue prestada a la Warner Bros para protagonizar la ambiciosa superproducción, sustituyendo al Grace Kelly, elegida en un principio, pero ya se había comprometido en matrimonio con el príncipe Rainiero. El rodaje de la película no resulto agradable para Liz; su espalda comenzó a mostrar los primeros síntomas de afección. Además de soportar imperturbablemente el duro golpe de la muerte de su gran amigo James Dean... Curiosamente para el papel de Dean se había pensado en un principio en Richard Burton, pero Elizabeth con su interpretación le valió una nominación al premio de la academia como mejor actriz, curiosamente se supera a sí misma en la segunda mitad del filme, cuando su pelo empieza a encanecer.

Con respecto a Rock Hudson, sus últimas apariciones en la pantalla le habían dado un lugar importante en la industria cinematográfica. Nadie esperaba en Hollywood que Rock desbancara a Clark Gable, Gary Cooper o William Holden candidatos para el papel de Dick Benedict. Esta interpretación no solo consolidó su status de estrella y cobró por ello 250.000 dólares, una fortuna si se comparaba con lo que recibía de la Universal. Gigante es un drama épico sobre una bella joven que se casa con un rico tejano con el que mantiene sus diferencias, pero que a pesar de ello, transcurre su vida con él, observando como uno de sus antiguos empleados encuentra petróleo. Dirigida con un ritmo y con el estilo habitual de melodramas de vida rural americana, es una obra que profundiza en sus personajes y su entorno, centrándose sobre todo en sus defectos para mostrar tal cual son y sacar así todo el jugo posible a un film que cualquier cinéfilo clásico amante del género debe ver al menos una vez en su vida:

 

Concluyendo, una película hermosa, que nos devuelve el amor por el cine..

 

 

 

La fotografía es lumínica al mostrar de forma evocadora cada lugar, cumpliendo con su labor y cuidando detalles grandiosos que cautivan haciendo gran juego de claroscuros que sacan lo mejor de la historia. La música es melódica y bella en sus sonidos agradables y autóctonos, que acompañan el film en una excelente tarea según el momento de la acción, encantando con ello al público. Los planos y movimientos de cámara consuman una estupenda labor técnica mediante el uso de las panorámicas, primeros planos, reconocimiento, seguimiento, retroceso y generales. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que no se toma prisas en exponer la historia y mostrar los fallos y virtudes de sus protagonistas. Los secundarios bordan las interpretaciones, como Carroll Baker, Jane Withers, Chill Wills, Mercedes McCambridge, Sal Mineo y Dennis Hopper entre otros. La dirección artística emplea para ellos unos vestuarios y caracterizaciones distinguidos por un lado y evocadores a Texas, marcando la diferencia de clases sociales, al igual sucede con los decorados de interior, según el lugar adonde te transportan....IMPECABLE.

 

El guión, escrito por Ivan Moffat y Fred Guiol, es profundo y se toma su tiempo tanto para exponer la historia como por indagar y desmontar a los personajes y sus difíciles formas de ser, logrando un melodrama histórico tanto en sus interpretaciones como en su extensa y sustanciosa historia que es para ver tranquilo en casa, sin prisas por finalizarla, ya que es un film para deleitarse al completo y disfrutar de todos sus detalles cinematográficos. Además, tiene el aliciente de tocar temas tan delicados como el racismo.... Esto se lleva a cabo con una narrativa clásica y profunda, que de un modo expresivo e insidioso deja clara la personalidad de cada protagonista. Para finalizar, la considero una obra insustituible en el séptimo arte que no se toma prisas en explicar la historia y dar a conocer a unos personajes con muchos defectos, concluyendo un film que aunque algo largo cumple ampliamente con su cometido y cautiva a los amantes de los melodramas envueltos en un trasfondo histórico, político y racial. Recomendable por su dirección, guión, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que vuelven a Gigante, un film atractivo en los puntos del amor, la riqueza, la lealtad, y la integridad familiar. Respecto al hecho de que la película se puede hacer tediosa, he de decir que recomiendo verla en varias sesiones. Si podemos hacerlo con un libro, ¿por qué no con una película? De esta manera creo que se disfruta mucho más, principalmente por el hecho de que no deseamos que se acabe. Diversos temas son tratados en la película..... Temas que parecen pasados de moda por lo recurridos que son, y por que pensamos saberlo ya todo; y sin embargo no nos sorprendamos de que algunas escenas que ocurrían hace cincuenta años se ven todavía a día de hoy. Creo que aproximadamente la mitad del tiempo simpatizaremos con Rock, y la otra mitad lo odiaremos. Aproximadamente la misma proporción es válida para James. Me ha gustado la escena en la que Rock se pelea con Sarge, el dueño de la hamburguesería. Y no porque crea que Rock defiende a los "wetbacks" porque haya cambiado de mentalidad, porque haya dejado de ser racista y se haya convertido en un defensor de los derechos humanos. Es por la ironía que encierra el hecho de que Rock sigue siendo igual de intransigente, y no ha cambiado sus ideas un ápice; pero esa misma intransigencia es la que le hace aceptar como suya la causa de su hijo.

 

 

 

 

Llama la atención la valentía con que el film afronta el racismo, era una época en que en varios estados del sur estadounidense existía la segregación racial, aquí se muestra como los de ascendencia anglo-americana se creen superiores a los descendientes de mexicanos, a los que vemos vivir en condiciones deplorables con la condescendencia de los ricos, el film no es equidistante en esto se muestra claramente en contra, siendo el clímax de film dedicado a este tema. También afronta con coraje otra discriminación social, como es la de la mujer, una de los momentos cumbres del film es cuando Leslie discute con mordacidad con un grupo de hombres sobre cómo estos apartan a las mujeres de sus charlas políticas por considerarlas poco más que simples decorados. Elizabeth Taylor resulta una presencia enérgica, vibrante, hermosa, con fuerte personalidad, rebelde con causa, símbolo de los nuevos tiempos. Rock Hudson magnífico y es el que más evoluciona, refleja cómo los principios antiguos deben doblegarse ante los modernos vientos, lo hace demostrando mucho carácter, y una gran química con Elizabeth Taylor. James Dean, no llegó a ver su estreno....Para mi derrocha carisma, magnetismo, fascinación, de un lenguaje gestual y físico absorbente, refleja muy bien el carácter indómito, el orgullo, el resentimiento, la amargura, compone imágenes icónicas del Cine, me hubiera gustado más presencia para rellenar algunas lagunas, como el saber de dónde le venía a Bick su odio a Jett, o en el tramo en que es millonario, saber más de su vida, porque ese hastío que refleja en la inauguración. Dean acabó su actuación pero para la escena del discurso borracho en la inauguración del hotel, el director creyó mejor doblarlo, pues no se entendía bien, debido a su muerte, fué Nick Adams quien le dobló, su siguiente film iba ser “Marcado por el odio”, el papel fue para Paúl Newman. Y Mercedes McCambridge borda su corto papel de Luz, con vitalidad y un brío extraordinario, está espléndida

 

Todo un film épico, mítico como decimos los amantes del cine y una obra maestra, que con los años se actualiza por si misma... Recomendable a los que gusten de buen cine clásico.

 

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